En la continuidad del negocio, la tecnología es clave

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Modern people doing business, graphs and charts being demonstrated on the screen of a touchpad

En el universo de las Tecnologías de la Información (TI), la continuidad del negocio es el nombre del juego. Y en él, fracasar no es una opción.

No debe sorprender que las organizaciones más ambiciosas consideren prioritario el desarrollo de una buena infraestructura tecnológica, pues la fiabilidad es el máximo valor. Los servicios deben estar disponibles para los usuarios internos y los clientes externos, siempre.

La evolución reciente de la tecnología y ciertas tendencias —virtualización de escritorios, el cloud computing, la aparición de dispositivos móviles en la fuerza de trabajo y las redes sociales—, tienen un impacto notable en la forma de manejo y planificación de TI de las grandes empresas.

El diagnóstico predominante es que estas tendencias también pueden dar origen a nuevos desafíos, sobre todo en el desempeño de los ejecutivos encargados de la seguridad y la gestión de riesgos.

Así, se abre el campo de oportunidad para la virtualización —el “arte de crear versiones virtuales de recursos tecnológicos”, nos animaríamos a definir—, que facilita enormemente la continuidad del negocio. ¿Por qué razón? Para empezar, porque ayuda a reducir el número de activos en las organizaciones.

LA COMPLEJIDAD QUE SE ALIMENTA A SÍ MISMA

Aquellos que han trabajado en el ámbito de las TI durante algunos años, han visto de primera mano la transición de los antiguos y grandes servidores a las aplicaciones basadas en la web y la nube. En los últimos lustros la proliferación de computadoras personales y smartphones ha sido impresionante.

En principio, con tantos dispositivos que mantener y conectar todo el día, los servidores físicos en el centro de datos deben multiplicarse, lo que representa un desafío mayor en lo que respecta a inversión en equipos y espacio. Gracias a la virtualización se pueden reducir esos activos y, ¡eureka!, la continuidad del negocio se fortalece con menos equipos de los cuales preocuparse.

Las empresas son ahora capaces de aprovechar las ventajas de la movilidad en la carga de trabajo; los directivos y empleados se comunican con rapidez e intercambian aplicaciones, lo que les proporciona una mayor competitividad y poder de decisión.

Sucursales bancarias y centros de atención telefónica, por poner un par de ejemplos, continúan operando cuando estallan problemas o fallas técnicas en sus zonas de trabajo. Aprovechan al 100% la virtualización.

Otra manifestación: hoy, muchas empresas pueden desplegar escritorios virtuales a través de internet, y permiten a los empleados acceder a ellos a través de sus computadoras personales en casa. Es decir, utilizan el mismo entorno al que están acostumbrados en el día a día: son productivos bajo cualquier circunstancia. Si a ello se le suma que pueden descargar aplicaciones desde la nube privada de la compañía para apoyar los procesos de negocio, los procesos no se detienen y la atención a clientes continúa.

Además, el consumo de recursos —el procesamiento, la memoria, el almacenamiento, el ancho de banda, entre otros— puede ser monitoreados para estos entornos, y se muestran a través de un panel de control, que emite alertas e informes métricos detallados de las tendencias diarias, el consumo semanal, mensual y trimestral. Todo para facilitar la planificación, la determinación y la dotación de capacidad necesaria para los propósitos de continuidad del negocio y recuperación ante desastres.

Debido a que el entorno de la nube es mantenida por los proveedores de servicios administrados, la responsabilidad cae sobre ellos para asegurar la continuidad, y eso puede ser un beneficio, así como un riesgo si no se cuenta con los expertos adecuados.

LA CONTINUIDAD DEL NEGOCIO: UN ASUNTO DE MOVILIDAD

La proliferación de dispositivos móviles en la fuerza de trabajo es una bendición para las estrategias de continuidad del negocio, pues equivale a recuperación de la fuerza de trabajo.

En comparación con los días en que los empleados sólo tenían equipos de sobremesa y portátiles, la posibilidad de seguir siendo productivos por medio de tabletas y smartphones parece la gloria.

El escenario más elocuente: los empleados pueden comunicarse más fácilmente durante una contingencia. Ante esto, lo proveedores de software de planificación de continuidad del negocio están poniendo más énfasis en asegurar que la información pueda ser accesible a través de dispositivos móviles. Esto incluye datos vitales como el estado real de la recuperación, los lugares en donde los empleados deben estar, y la localización exacta de su conexión.

Está claro que hoy las empresas no pueden depender de su sede corporativa o el centro de datos. Se tiene que garantizar un plan crítico, donde los equipos móviles y los proveedores estén siempre disponibles, independientemente de lo que pase.

La cuestión clave es asegurar que estos dispositivos mantengan el acceso al software y a los servicios que les permiten funcionar de manera óptima, siempre con seguridad para evitar problemas con la ciberdelincuencia.

Finalmente, es imprescindible incluir la tecnología social en la estrategia de comunicación y análisis para dar continuidad al negocio. La adopción generalizada de los dispositivos móviles y el acceso fácil a internet es un apoyo para el uso de redes sociales como Twitter, Facebook y servicios de comunicación como Skype, como componentes críticos de un plan de respuesta.

Los medios sociales son utilizado por más de 80% de la población mundial, según un estudio de Gartner, y las empresas no pueden permitirse el lujo de ignorar que estas herramienta de comunicación ayudan en crisis o para conocer más de cerca a sus futuros clientes.

El uso eficaz de un nuevo canal de comunicación requiere de planificación y práctica, y utilizar mal los medios sociales por primera vez durante una crisis, puede originar más daño que bien. Pero que nadie se engañe: la principal garantía de continuidad es tecnológica. Después, pueden venir las “sutilezas” estratégicas.